Fuente: Fuchs
Los nuevos laboratorios de Mannheim (Alemania) se han convertido en el centro de reunión de los grupos internacionales de desarrollo de nuevos productos, donde FUCHS España tiene un papel destacado.
La globalización de la oferta y la demanda de productos y servicios ha cambiado por completo la forma de actuar a todos los niveles. En el caso de las multinacionales con sedes en diferentes países, la coordinación entre los centros tecnológicos separados por cientos de kilómetros supone nuevos retos. El Networking es una parte imprescindible para beneficiarse de las sinergias creadas en el seno de una gran empresa multinacional y, en el caso de FUCHS, la labor de los grupos de trabajo internacionales permite mejorar la competitividad y conseguir altas cotas en Investigación y Desarrollo.
El grupo FUCHS ha destacado este año el trabajo realizado por el Key Working Group de Metalworking, por su proyecto GLOBAL 10 Technology, en el que FUCHS España ha tenido una destacada actuación liderando, entre otros, los ensayos y estudios desarrollados en el laboratorio de microbiología.Los laboratorios de FUCHS Schmierstoffe en Mannheim (Alemania) son un referente en la formulación y producción de nuevos lubricantes. En la sede germana se celebran, regularmente, sesiones de Networking y Key Working Groups donde los grupos de investigación de FUCHS desarrollan nuevas tecnologías que puedan ser aplicables de manera global en cualquier parte del mundo. Esto permite conseguir que un lubricante pueda elaborarse del mismo modo y con las mismas características en cualquier fábrica del Grupo. FUCHS España cuenta con un centro de desarrollo que le permite tener una participación destacada en los Key Working Group más importantes: Advanced Technology, Industrial Oils, Corrosion Preventatives, Cleaners, Rolling Oils, Forming y Metalworking.
Los laboratorios españoles se han situado a la vanguardia del Grupo, tanto por la tecnología de sus instalaciones como por la profesionalidad de los trabajadores que integran la compañía. La aportación de los químicos y técnicos españoles de los laboratorios de FUCHS situados en la sede de Castellbisbal (Barcelona) contribuye al desarrollo de nuevos productos de última generación dirigidos a los diferentes sectores industriales.
Las instalaciones alemanas son, además, una pieza clave a la hora de garantizar el control de la calidad durante todo el ciclo de vida del producto. Actualmente reúnen a más de 100 personas en 2500 metros cuadrados, distribuidos en tres niveles. En ellos se encuentran los laboratorios de I+D, los departamentos de mecanizado, tratamientos térmicos, anticorrosión, desengrase, deformación, el de tecnología avanzada y los laboratorios de control de calidad y análisis.
Fuente: Fuchs
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